Desde el momento que iniciamos el aislamiento social, la vida de la mayoría de las personas que tenían sus rutinas diarias en el exterior, empezó a cambiar. Por poner un ejemplo muchos de los estudiantes empezábamos el día a las 4:30 AM, sin embargo, hoy en día la hora en que iniciamos nuestras jornadas depende netamente de la hora en que está programada la primera clase. No cabe duda que nuestras vidas tuvieron un gran cambio, desde aquel momento todo se simplifico a permanecer en casa y hacer los deberes de esta, olvidando actividades tan simples como salir a caminar, pasear por el parque o hasta esa sensación de estar llegando tarde al colegio.
Cuando el mundo se fue acostumbrando a esta vida simple, con un modelo de igual manera; levantarse, bañarse, estudiar, comer, y dormir. Para muchos esto se tornó en algo muy agotador, nuestras rutinas diarias fueron perdiendo el interés.
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